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Mensaje a tierra después seis años en el espacio, ¿hay alguien ahí?, cambio.

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Seis años han pasado desde que dejé de escribir en este blog. No sé si lo lee alguien, imagino que no, los tiempos han cambiado y la gente ya no lee blog de personas normales, de vidas normales, ahora se siguen a influencers o algo así. Este es un mensaje al mundo exterior por si alguien lo lee, que aquí sigo y que este año prometo escribir en mi  blog con una mirada personal, sencilla y sin pretensiones. ¿Hay alguien ahí fuera?

La extraña parálisis del sueño.

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No todo el mundo ha pasado alguna vez por esta circunstancia, pero quien lo ha hecho comprenderá una a una mis palabras. Desde la adolescencia me ocurre, aunque los episodios son muy pocos. Quizás uno o dos al año como mucho. Pero cada vez que me pasa, la angustia se apodera de mí. Curiosamente me ocurre en las siestas y al intentar despertarme. Los médicos dicen que también se puede dar en el comienzo del sueño. Para los que no sepan de que se trata os diré que la parálisis del sueño es una sensación de angustia y fobia que ocurre mientras estás dormido, tu mente está despierta pero te sientes atrapado en un cuerpo que todavía no se ha despertado.  Eres consciente de lo que pasa a tu alrededor, algunas veces se mezcla con alucinaciones, pero oyes claramente lo que ocurre , y si alguna vez tienes los ojos entreabiertos ves lo que pasa cerca mientras no puedes mover ni un dedo. Intentas gritar para que te despierten, pero es inútil, un hilillo de voz sale de tu garganta.

Richi lo necesita.

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He tardado mucho en retomar mi espacio personal. En este tiempo he estado muy entretenida con mi trabajo, leyendo sobre la crisis y aliviando mis penas junto a mis hijos. Richi el superhéroe. Quiero volver con algo que me conmueve como madre y como persona, es la historia de Richi.  Un niño catalán que está luchando con el peor enemigo que te puedes encontrar en nuestra vida, el cáncer. Este post quiero dedicarlo a él y a su familia, que es digna de admiración, de lucha y superación. No hay que olvidar que el enemigo está ahí fuera y que somos todos iguales frente a él. No le importa si combate contra mujeres, hombres, ancianos o niños.  Os pido que echéis un ojo al blog que su padre escribe diariamente desde el cariño y la ternura, donde nos cuenta como transcurre sus vidas luchando contra el enemigo. Encontrareis información sobre como aportar nuestro nuestro grano de arena, que aunque es poco sirve de mucho. www.sosrichi.org Ah por cierto, lo que no sabéis es

Una foto especial.

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Revisando algunas fotos, he encontrado una muy especial. En ella aparezco de pequeña con mi padre, estamos vestidos de una forma similar lo que hace graciosa la fotografía. Es especial porque no tengo muchas fotos con mi padre en la que aparezcamos solos. Él siempre era el fotógrafo de la familia por su afición  a la cámara reflex, y digo a la cámara, porque sólo recuerdo en aquella época una, que curiosamente me la regaló a los veintitantos y la guardo con mucho cariño. Mi padre es un tipo entrañable, inteligente, sencillo, despistado, hipocondriaco, prudente, con buen corazón. Amante de la literatura, devorador de libros, clásicos, modernos, no importa, disfruta con la lectura. Si tengo una imagen de mi padre es despertarme por la mañana, ir al salón y ver a mi padre leyendo en el sofá rodeado de una decena de libros, todos ellos empezados y dispuesto a terminarlos, de un tirón. Recuerdo los paseos por El Prado. Disfrutaba cada sábado que me llevaba, me encantaba

Una gran mente en una pequeña cabeza

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Suena el teléfono: - Buenas, ¿qué tal?, la psicóloga le ha corregido todas las pruebas... - ¿y? - Tu hijo tiene un C.I. de 146. (Silencio) - ¿146? pero... eso...¿no es mucho? - Espera a que te de el informe el martes, ya te explicará todo. En estado de shock me dirigo al salón repitiéndome una y otra vez la cifra por si se me olvida. En el camino lo apunto en el móvil. Edu está sentado en el sófa. Le enseño el móvil. -¿Qué es eso?, me pregunta. - La mente de nuestro hijo. Mi post es corto... todavía estoy asimilándolo. Comienza para nosotros una nueva forma de ayudar a nuestro hijo a recorrer su camino tanto académico como personal, y este último sin duda alguna es el más importante. Como siempre...al este del centro.

Se repite el mismo día.

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Llega el primer día de colegio, y siempre sueño lo mismo la noche anterior. Da igual que tenga 4 años, 5, 6, ó trentaitantos, el caso es que increíblemente mi sueño se repite año tras año: "Estoy en el patio de una escuela, es mi colegio de la infancia. Formamos filas, es el primer día de clase,  estoy junto con mis compañeros, nos reímos, me siento bien. Entramos en clase contentos por empezar de nuevo un nuevo curso. Todo el mundo se sienta, pero me cuesta encontrar sitio, aun así veo uno y  me siento. Todo el mundo saca sus nuevos libros, lápices y cuadernos... abro mi cartera y está vacía, no hay nada, ¡se me han olvidado los libros en casa! Me entra ansiedad, me voy del colegio y pienso que ya no podré estudiar jamás.." Hoy han comenzado mis hijos el colegio, anoche me afanaba por colocarles las mochilas, contarle los lápices, libros, cuadernos.  Eduardo me dice que soy una maniática, pero lo que no sabe es que un sueño me acompaña cada año y todavía no encuentro

El Ratoncito Pérez se monda.

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El otro día se le cayó a Edu su quinto diente. Con toda su ilusión fue a enseñármelo y con mucho mimo lo dejó dentro de una servilleta para limpiarlo y así dejarlo debajo de la almohada esa misma noche. No se le ocurrió nada más que posarlo sobre la encimera de la cocina, y como yo soy "todo-recoge" al ver la servilleta pensé que alguien se la había dejado por ahí sin más y la tiré directamente a la basura... Cuando Edu fue a recoger su diente y al ver que no estaba la servilleta preguntó a su padre, y a los dos segundos ya los tenía frente a mí preguntando si no lo habría tirado a la basura. Cuando dije que sí, Edu se puso a llorar desconsoladamente, y a mí la situación me pareció tan absurda que me empecé a reír.  Mientras buscaba el diente entre toda la basura, Edu seguía llorando, así que su padre le dijo finalmente que escribiera una carta al Ratón Pérez para ver si podía traerle algo... Esto es lo que se encontró el Ratón Pérez cuando fue a realizar el t