Los zapatos de Edu.

El otro día me fui de shopping (me encanta esta palabra) a comprarme unos zapatos. Yo soy muy especialita para eso, y  como siempre me voy sin zapatos y sin nada. Esa tarde me acompañaba Eduardo, bueno realmente le engañé, le dije que comeríamos en el centro comercial, pero en mi plan entraba después ver escaparates e intentar pescar algo.

De tienda en tienda y tira porque me toca, entramos en una muy grande donde había zapatos de caballero. Mientras yo me afanaba en encontrar el color exacto, el tacón exacto y la forma exacta del zapato que quería, Eduardo se dedicó a probarse unos que le gustaba (os transcribo la conversación):

- "Mira cari, ¿te gustan?"-  dice Edu.
- "Ah, pues están muy bien"- le contesté.
- "Sólo cuestan 19€ euros"
-"¿Sólo?, pues chico llévatelos"
-"Vale, pero es que estos me quedan pequeños.
-Mira, ahí tienes un número más.

 Después de mirar un rato dice:

-Anda, pero estos que son más grandes ponen 25€, que raro-  dice él.
-Pues eso es que se han equivocado. Ya verás...

Miré por todas partes y ahí estaba una de las dependientas, muy decidida la llamé.

-¡Señorita, disculpa!"
-¿Sí?
-Mira, es que queremos estos zapatos que pone en la etiqueta 19€, pero no le valen, y sin embargo en  un número más  cuestan 25€,  la etiqueta está equivocada y ya sabes que en estos casos...
-Ya, ya, tiene usted razón, pues se los vendemos a 19€.
-Ya pero los que queremos son los que pone 25€ porque los otros le quedan pequeños.
-Uhmmm, espere un momento.

La muchacha se acercó a la que debía ser la encargada que estaba en la caja. Tenía  una cola de más de 20 personas (sin exagerar). Después de hablar con ella, la dependienta muy amablemente viene y me dice:

-Sólo le podemos cobrar a 19€ los que están "ticados" de esa forma. Si se lleva un número más es a 25€.
-Vamos a ver señorita, los zapatos son los mismos, yo no tengo la culpa de que estén mal "ticados" como usted dice.

Mientras, mi marido callar callar, y la gente de la cola poniendo cada vez más la oreja.

-Ya, pero es que no podemos hacer otra cosa.
-Ya, pero mira, yo respeto lo que dices pero no lo comparto. Los zapatos que se ha probado mi marido le quedan pequeños, y estaban a 19€, esos son los que quiero pero un número más...

De repente la encargada desde la caja empieza a gritar:

-¡Señora pues no podemos hacer nada! ¡que sólo podemos venderle a 19€ los que pone 19€!

Ya se habían enterado no sólo los de la cola sino todo el establecimiento.

-Pues no me parece correcto.
-¡¡¡¿¿¿Qué????!
-¡Que no me parece correcto!
-Pues es lo que hay, lo siento.
-Pues se los quedan que no los quiero, adiós. Vámonos Edu.

Después de salir ofuscada de la tienda, con un cabreo por la derrota y sin haberme llevado el premio, Edu lo remata diciéndome:

-Pues no sé para que has montado ese escándalo, yo quería esos zapatos... me daba igual pagar 25€... y ahora por tu culpa me quedo sin zapatos.

Cerré los ojos, respiré lentamente, volví abrir los ojos y le miré fijamente. Casi me lo cargo.

 Esa noche nos comentaron nuestros nuevos vecinos que nos habían visto en la zapatería del centro comercial... .

Comentarios

  1. Jajaja, real como la vida misma.

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  2. El Hombre sin zapatos31 de mayo de 2010, 13:45

    Con lo que me gustaban esos zapatos...
    Pero ya tengo planeada mi venganza
    Cuando estemos viendos esos modelitos de 90 euros ya me desquitaré gritando a voz en grito, "Pues por lo que vale esto, yo me hubiese comprado 4 pares de zapatos de 25 euros...

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