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Mostrando entradas de marzo, 2010

Cosas de niños (Parte I)

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Hoy he estado charlando con la madre de un compañero de mi hijo. Cuando dos madres hablan el mundo se para, lo demás parece no importar. Entre risas y recuerdos hablabamos de las ocurrencias de los niños. Intentamos mortalizar momentos únicos en nuestras palabras. Esos momentos donde se demuestra la inoncencia de los niños, esa ternura que desprenden que soy incapaz de absorber en el momento. Cuando ocurren estas vivencias geniales lamentas no haberlas grabado para porder verlas cada vez que quieras, o simplemente que estuviera alguien contigo para poder compartirlo.  Constantemente mis amigos  me dicen que todas esas pequeñas cosas debería plasmarlas en un papel para poder contárselo a mis hijos cuando sean mayores. Como alguna vez he escrito, mi blog es y será mi herramienta de recuerdo. Me viene a la memoria cuando Edu tan sólo tenía 3 años. Es la edad de las preguntas, del por qué y de la imitación. Un día mientras preparaba la cena me dijo que ya sabía lo que quería ser de ma

Primavera significa cambio.

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Para mí es importante que llegue la primavera. El invierno tan oscuro y frío me hace sentirme baja de moral.  Cuando no hay sol nuestro cerebro no produce casi serotonina importante para nuestro estado de ánimo. Si viviera en un país nórdico no sé lo que sería de mí... Pues eso, que he decidido adelantar los rayos de sol como el Corte Inglés y he decidido dar otro color a mi blog, más popi, aunque no sé cuanto me durará. Me divierte cambiar de estilo.  Eso pasa siempre en mi vida. Soy de esas personas que cambian los muebles de sitio cada dos por tres. Que se lo digan a mi cuñada, que cada vez que viene a casa me dice "esto lo has cambiado", "antes el sofá no estaba allí". Tanto que un día decidí hacer obra en casa, un obrón que duró  un mes. Nos tuvimos que mudar a casa de mi madre mientras tanto... y una vez de vuelta, no llegando al mes decidí cambiar de casa. No sé cuanto tiempo estaré en esta nueva casa, no lo sé, tampoco me lo planteo porque prefiero vivir

El Ratón Pérez llegó a palacio.

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Fue al Rey Alfonso XIII al primero que el Ratoncito Pérez le cambió su diente de leche por una moneda. Cuando sólo era un infante de 6 años, su madre la Reina Doña María Cristina pidió al Padre Coloma que le escribiera un cuento. Y así lo hizo el jesuita. Creo un roedor mágico y llamó al niño protagonista del cuento Buby, exactamente como llamaba cariñosamente la Reina a su hijo. El ratón vivió en la C/ Arenal, al lado de Palacio, justamente en el almacén de la famosa confitería Prats. Hoy en día en esa misma calle existe el museo del Ratón Pérez. El cuento real trataba de cómo el Infante se da cuenta a través del ratoncito que existían niños extremadamente pobres. Al hacerse tantas preguntas, su madre la Reina le consolaba diciendo que él era el hermano mayor de todos esos niños y que por eso Dios quería que fuese Rey, así podría cuidar de los más desdichados. Pero la historia que se contaba fuera de palacio era totalmente distinta. Trataba de una ostra que estaba triste por perde

A quién me lee.

Es interesante saber que uno escribe y enterarse de vez en cuando que alguien le lee. Quiero dejar claro que si escribo este blog es porque muchas veces tengo la necesidad de  plasmar lo que veo, lo que siento. Me ayuda a reflexionar y a no olvidar. Soy mujer, madre y trabajadora, lo cual mi vida no están diferente a la de los demás. No tiene aspiraciones de dar lecciones a nadie, ni de la vida, y mucho menos de mi forma de comunicar. Mi blog es un diario totalmente personal, pero lo comparto con todo el que tenga curiosidad de echarle un vistazo. No es la primera vez que alguién me ha dicho que no sabe como dejar comentarios. Puedes hacerlo de varias formas, si tienes una cuenta en google tan sólo tienes que acceder a mi blog a través de ella. Si no tienes, puedes pichar detrás de comentario "comentar como" y pinchar en "nombre/url" (no hace falta que pongas nada donde la dirección de url ) o como "anónimo", aunque te agradecería que pusieras tu nombre

Después de 18 años: a patinar.. amor de madre.

Si es que lo que una madre no haga por sus hijos.,,Pues sí, 18 años he tardado (como poco) en volver a calzarme unos patines, y todo por Edu. Hace casi dos años le apuntamos a la más que solicitada Escuela Municipal de Patinaje de Rivas, y como era de esperar se quedó en lista de espera.  Pensé que a Edu le vendría bien conocer este deporte ya que el equilibrio es fundamental para el desarrollo de un niño y además  al ser tan alto para su edad le ayudaría a controlar y coordinar  su cuerpo. Hace casi dos semanas nos llamaron para decirnos que teníamos plaza,  "¡ay! esto no me lo esperaba ahora..." Pregunte a Edu si tenía ganas de aprender, y como cualquier niño dijo que sí, aunque un poco dudoso. Mi hijo no es que sea miedoso, no, que va, es que es demasiado prudente, nada normal para un niño de 5 años. Así que me dije, este no dura ni dos días... Me fuí al Decathlon esa misma tarde a comprarle unos patines artísticos para pista...tuve que mirar más de cinco veces: todos