De cómo el mundo parece acabarse o un día de compras por el Ikea.


El otro día fui de compras con Eduardo. Teníamos ganas de ver algunas cosas en Ikea.

Como sólo íbamos a fisgonear un poco entramos sin coger bolsa. Estuvimos haciendo el largo recorrido pensado para que compres algo. Y sí, lo consiguieron. En medio del laberinto encontramos unas copas chulísimas para el vino. El día se tornó en ese mismo momento, y aquí empezó mi agonía:

El establecimiento estaba lleno y yo me encontraba cargada ya de copas, cubiertos y un sin fin de cosas para la cocina. ¿Por qué no cogeríamos antes una bolsa de esas azules que dan en la entrada?. Qué ingenuos fuimos, pensábamos que eramos demasiado fuertes ante el consumismo puro y sin control.

Llegó un momento en el que ya no podía con el peso. De repente a lo lejos, atisbe una bolsa azul en el suelo. Seguramente tendría dueño. Me acerqué sigilosamente a ella, con disimulo y ...bingo ¡estaba vacía!. Era mi oportunidad. "Cariño, mira qué trapos de cocina tan monos" le dije a Edu disimuladamente... Lo tenía todo controlado, todo el mundo estaba ensimismado con cacharros de todos los colores de cocina que luego no te sirven para nada y ocupan mucho espacio... aproveché la ocasión...corrí hacia la presa y ¡zas! me la llevé.

El nerviosismo pudo conmigo, la adrenalina a doscientos, pero me sentí satisfecha, como una profesional. ¡Edu, corre, mete todo en la bolsa, como si fuera nuestra! Empecé a moverme deprisa y tropecé. Cuando miré hacia arriba, una montonera de bolsas vacías se apilaban en una cesta gigante con un cartel enorme encima que indicaba "Facilitamos sus compras". Eduardo me miró y comenzó a reírse. "Cariño, no hacía falta robar la bolsa a nadie"...
Bajamos a la planta del almacén. Sabíamos que había una oferta de sillones Pöang super rebajados, pero no estaba en nuestro pensamiento comprarlos. Justo al entrar estaba el cartel de la oferta y un palé vacío debajo. ¡Vaya cariño, se han agotado!. Mi ansia por el consumismo comenzó a bajar hasta que Edu me susurró "Mira en esa esquina, parece un bulto de un Pöang".  Me acerqué y efectivamente ahí estaba, el último de los últimos. "Sí!! cariño, lo tenemos!!!!" grité.

Mi euforia comenzó a enrojecer mi cara, me sentí la persona más afortunada del Ikea. Yo tenía el último sillón, sí. De todos los presentes yo iba a ser  la dueña del sillón más preciado. Lo subí corriendo en un carrito apropiado para la ocasión. Voy a comprar una cosa que yo no quiero pero que quiere todo el mundo!

¡Vaya suerte, Edu!. Iba muy emocionada y contenta por el recinto. Me alejé del escenario como una triunfadora. Después de realizar otras compras que no estaban apuntadas en la orden del día nos acercamos a la caja a pagar.  Todo iba bien hasta que Edu me dijo "Cariño, mira hacia tu izquierda"...
Volví mi cabeza lentamente mientras me temía lo peor... y ahí estaba... una montonera de sillones Pöang se agolpaban en una estantería, mientras que la gente reposadamente estudiaban el producto y la oferta...

"Lo dejamos", le dije a Edu, "si no nos hace falta". " Ah, no. A mí gusta, así tendrás tu propio sillón y no te podrás quejar".

Tengo mi sillón en casa, super cómodo, precioso, pero como dice un amigo mío... mi sillón tan sólo es un número más, un código de barras...

Ya se me pasó el ciclo mensual del consumismo. Ahora estoy en el ahorrador, espero aprovechar este.

Comentarios

  1. Hola. Siento decepcionarte, pero me parece que lo de tus ultraseguidores es un timito.
    Mete esto en google:

    "hola que tal! permítame felicitarlo por su excelente blog, me encantaría tenerlo en mis blogs de entretenimiento. Estoy segura que su blog sería de mucho interés para mis visitantes !.Si puede sírvase a contactarme "

    Interesante artículo, aunque el Ikea directamente me asquea. Dentro de nada nos darán sierra y cepillo de carpintero y tendremos que hacer el mueble nosotros mismos. ¡Y encima nos lo cobrarán!

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  2. Davicero: mucha gente para que su blog tenga éxito se mete en el de los demás y sin leerlo dice que le gusta para que al final clikees en el suyo. Es una cuestión de marketing, imagino que algunas veces les funcionará y otras no.

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  3. No creo que se trate de eso. Yo diría que es un "spammer". No creo que haya blog ninguno. Simplemente quiere una lista de correos-e (con el tuyo dentro).
    En cualquier caso, te recomiendo que, siempre que llegue algún mensaje "sospechoso", lo busques en Google. Si hay más ocurrencias iguales, malo, malo.
    Quizá entre tus verdaderos lectores haya alguien que sepa a ciencia cierta el objeto de ese tipo de mensaje en los blog (que por otra parte no parecen anunciar nada).

    Saludos.

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  4. Mira que odio el Ikea en fines de semana y visperas ¡¡No puedo con el!! Donde esté un Martes por la tarde (por ejemplo) jejeje

    Como le he dicho a Edu a ver si nos vemos ;)

    Besotes para los 4 ;)

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